Colapso
-No te
mereces mis inseguridades, Valerio.
-No has
preguntado si quiero Cargar con ellas, Sarah.
-¿Por qué me
crees?- le pregunte casi amaneciendo.
-Porque le
quieres demasiado para arriesgar su vida de esa forma.
-Valerio. Yo…-Me
quede a mitad… sin saber qué demonios decirle. Cualquier cosa que dijera habría
estado entre la verdad y la mentira. No serviría de nada.
-No digas
nada que no sientas del todo, amor.- Abrió la puerta del ascensor-. Yo seguiré
estando aquí ¿de acuerdo?
Cerre
los ojos. Una lagrima resbalo por mi mejilla. La respiración regreso con fuerza.
Como cuchillas perforando mi piel. Cada bocanada de aire resultaba más dolorosa
que la anterior. Yo seguía viva… y él no.
Él
no.
-Ten
cuidado… por favor-susurro al volver a mirarme.
-¿te
importa que lo tenga?- gemí.
-Empieza
a importarme.
-¿Hacemos
lo correcto?-Esa pregunta debería haberla hecho mucho antes. Pero, aunque la había
sugerido cientos de veces, aquella fue la primera vez que la mencione en voz
alta.
-¿Tenemos
alternativa?
Tal
vez antes, pero ahora era demasiado tarde. Ya todo estaba hecho, nuestros actos
perfectamente encaminados, proporcionando los primeros frutos que resultaban
ser amargos.
-Sera
mejor que te vayas…-tartamudeo llevándose las manos a la cabeza. Creyó que si
se tocaba el pelo, disimularía el desglose de emociones que manifestaba.
-¿Por
qué?-pregunte al tiempo que ella se daba la vuelta y me clavaba una mirada
encendida.
-Porque
no sé quién soy cuando estoy contigo… No tengo control.
-No
hagas que sea solo sexo- jadeo Giovanna entre susurros al mirarme-. Contigo no
lo soportaría…
-No
iba a serlo- Me sorprendió percibir la seguridad de aquellas palabras. Casi como
la respuesta de Giovanna que tiro de mi jersey y se deshizo de el a toda prisa.